Osteopatía pediátrica
Prevención de alteraciones en el desarrollo cognitivo y lesiones como la escoliosis
Terapia manual no invasiva e indolora, altamente recomendable en niños y adolescentes
La osteopatía en bebés, niños y adolescentes es un tratamiento encaminado a prevenir futuras lesiones, siempre que se acuda al osteópata en los primeros meses postparto. Cuanto más tiempo pase desde el nacimiento del bebé sin acudir a un osteópata especialista en esta disciplina, las posibilidades que existan alteraciones biomecánicas, digestivas y/o en el desarrollo cognitivo, son más altas.
En ocasiones los papás y mamás se preguntan por qué han de acudir a un osteópata si su hijo a nacido sano. Por el mismo motivo por el que lo llevan a su médico pediatra; por PREVENCIÓN.
Tenemos que partir de la base que la atención osteopática a un bebé se debe a que hay que entender lo que supone para el neonato el momento del parto. Se trata de un momento muy estresante al que se tiene que enfrentar, junto a la mamá, sin ningún tipo de experiencia en el mundo exterior al del útero y su ambiente acuoso, calentito. De repente y si todo va bien, debe poner todas sus fuerzas en afrontar el gran paso por el canal del parto y llegar a las manos de su matrona, en otro ambiente más frío y desconocido.
Para ello, cuando nacemos la naturaleza nos ha dotado de la capacidad de moldear nuestro cráneo y ajustarse a la cavidad pélvica de la mamá. Un estudio de investigadores franceses demuestra la maleabilidad de los huesos del cráneo de un bebé en el momento del parto.
Pero aún así el esfuerzo es tan alto que en ocasiones, se hace imposible y se tiene que recurrir a métodos más agresivos, con herramienta apropiada como son las ventosas, fórceps y la última novedad como sustitución a este último, el dispositivo Odón.
El conocimiento de los movimientos de los huesos del cráneo y de la compleja anatomía que alberga nuestra masa cefálica, permite que el trabajo del osteópata en bebés y niños consista en la utilización de técnicas indirectas que consiste en micromovimientos y, técnicas manuales suaves, actuando sobre las tensiones de los tejidos, tendones, fluidos corporales, membranas, respetando el momento de crecimiento y desarrollo de cada niño y sus necesidades.